El tiempo del escolar se reparte entre los estudios y las diversiones. Entre ellas se encuentra la televisión. Los estragos que causa este medio de difusión hace pensar que sus efectos perjudican al estudiante.
Francisco sale del colegio y merienda ante el televisor. Termina su tentempié y continúa engullendo el bombardeo de imágenes que proceden de la pantalla. Sin darse cuenta, pasa largas horas pegado a ella y a duras penas encuentra el momento de ponerse a estudiar. En ocasiones ve la programación de la noche, lo que le obliga a "robar" horas al sueño para terminar sus deberes. El resultado: un agotamiento físico que merma sus capacidades intelectuales. El caso de Francisco es idéntico al de muchos niños que, "adictos" a la pequeña pantalla, cargan sobre sus espaldas con los indudables perjuicios de la televisión.
LOS TRES GRANDES PROBLEMAS
Fatiga
- Las horas ate el televisor recortan tiempo al estudio y al sueño. Ello genera un entorpecimiento intelectual que repercute en el rendimiento, además de en la salud.
- Supone un obstáculo para el aprendizaje de la lectura. Acostumbra a aprender con imágenes, por lo que desarrolla la pereza para la lectura o el aprendizaje oral.
Violencia
- A causa de la programación habitual aporta una carga de violencia innecesaria.
- Crea un estereotipo de virilidad basada en la agresividad y la dureza.
- Acostumbra a la violencia e insensibiliza al niño ante esta cuestión.
Desculturación
- Habitúa a un aprendizaje basado en imágenes. Se abandona la lectura y se empobrece el vocabulario.
- Quita horas de estudio y de otras actividades culturales: visitas a museos, conciertos, excursiones.
- Fomenta la pasividad y pereza mentales.
- Acostumbra a la estimulación constante, de forma que se hace difícil mantener la atención mas de veinte minutos, en clase, por ejemplo.
- No cultiva ni educa. Ofrece una información muy superficial.
- Impide la capacidad de síntesis y de lógica, que tanto desarrollan la lectura y la conversación.
INTOXICACIÓN INCONSCIENTE
La TV, no sólo por la adicción que crea, sino también por el fomento de ciertas actitudes vitales, se ha convertido en una "droga mental".
- Se utiliza como evasión ante los problemas vitales y las obligaciones escolares.
- Hace creer que existe una solución fácil a los problemas. La realidad conduce al chico a una desilusión que concluye con la apatía.
- La pasividad que ejercía acaba con el sentido del trabajo y del esfuerzo. Sin embargo, la televisión puede servir como instrumento de aprendizaje siempre que se vea en las dosis justas.
TAMBIÉN PUEDE SER MUY ÚTIL
La gran dificultad de la televisión consiste en el mal uso que se hace de ella. No supone una catástrofe, siempre que se la utilice correctamente. Seleccionar la programación y combinarla con otros medios informativos o de ocio hacen de ella una "escuela paralela", muy útil para el niño. Aprende con placer y bajo las ventajas de la enseñanza visual y sobre el mundo que nos rodea. Pero es importante la presencia del adulto que guie e interprete lo que aparece en la pantalla. Lo que no debes hacer jamás es "una niñera" de la televisión.
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