
El primer día de colegio es un cambio muy importante en la vida de un niño. Llorar, inventarse mil excusas para no acudir o negarse en redondo son reacciones perfectamente normales.
- Hay niños que lloran antes de entrar, otros que lo hacen cuando se les va a buscar e, incluso, se da el caso de niños que empiezan a protestar varios días después de haber empezado, cuando se dan cuenta de que la cosa va en serio. Sea como fuere, al final, todos ellos acaban aceptando el cambio y acaban adaptándose sin problemas.
- Ante estas reacciones, los padres deben mantener la calma, sin sobrevalorar el problema ni tampoco ceder a sus demandas. Así le trasmitiremos la idea de normalidad.
- Si la situación se prolonga en exceso, habrá que buscar las causas que pueden provocar esta reacción. Hablar con los profesores nos permitirá detectar posibles casos de acoso de fobia escolar,