martes, 24 de agosto de 2021

Cuando llega un hermanito

 

El nacimiento del segundo bebé es un motivo de alegría para toda la familia, pero puede despertar un sentimiento de celos en el primer hijo, que ve amenazada su privilegiada situación y deja de ser el centro de atención. La aceptación del nuevo miembro no es fácil para el/la pequeño/a y los padres han de ayudarle a adaptarse, incluso antes de que nazca. Hasta ahora era el rey/reina de la casa, pero, de un día para otro, ha dejado de serlo. La llegada de un/a hermanito/a lo trastoca todo y es lógico que el niño se sienta algo desubicado, pero una buena actitud por parte de los padres allana el terreno.

  • Hacedle partícipe. Explicarle que va a tener un/a hermanito/a es el primer paso para que lo acepte y responder a todas sus preguntas sobre el bebé hará el proceso más natural. Intentad que colabore en los preparativos de la habitación y planificad diferentes actividades con él/ella y su hermanito/a.
  • Cuando llegue a la clínica para conocer a su nuevo hermano/a, es aconsejable que el bebé esté en la cuna, de esta manera la mamá podrá abrazarlo y prestarle toda la atención que se merece.
  • Una buena idea es ofrecerle un regalo "de hermano/a mayor". De esta manera comprenderá que su nueva posición en la familia tiene sus propios privilegios.
  • También le podemos enseñar fotos de cuando él/ella era un bebé para que comprenda que también requería mucha más atención que ahora.
  • Contacto físico. Cuando el/la segundo/a ya haya nacido, dejad que su hermano/a lo cuide, lo coja y lo acaricie con cuidado todo lo que quiera. Así se sentirá útil y le costará menos aceptar al recién llegado. Corregid los "excesos" de amor con el/la bebé con cariño y paciencia. Encárgale alguna tarea sencilla (peinarle, lavarle las manitas, ponerle los peúcos, etc.).
  • Dedicación exclusiva. Intentad dedicarle cada día un ratito en exclusiva para jugar o hablar y estad receptivos a sus continuas llamadas de atención. Sed cariñosos con él/ella, tratadlo por igual y pedid a familiares y amigos que reparen en el/la hijo/a mayor y no solo en el bebé


jueves, 12 de agosto de 2021

Qué hacer cuando es demasiado tímido

 

Extrovertido, introvertido, tímido, audaz... cada niño tiene su propia personalidad y los padres deben respetarla. Solo cuando algún rasgo de su carácter le produce sufrimiento o le impide madurar, es necesario ayudarlo.

  • Si un niño es tímido, no es conveniente forzarlo. Hay que respetar su propio ritmo y darle el tiempo que necesite para adaptarse a las situaciones nuevas.
  • Conseguiremos que adquiera una mayor autonomía y seguridad en sí mismo si evitamos sobreprotegerle. Es necesario que se enfrente a los retos y aprenda a manejar sentimientos como el estrés.
  • También es importante darle la oportunidad de que pueda manejarse en sociedad, acudiendo a actos o reuniones donde pueda relacionarse con niños de su edad. En un entorno agradable y distendido, le será más fácil aprender a ser más sociable.
  • Poco a poco, debemos exponerle a situaciones en las que deba ser más autónomo: animarle, por ejemplo, a que pregunte por un artículo al dependiente de una tienda , darle dinero para que compre él solo las "chuches", etc.


viernes, 6 de agosto de 2021

A ritmo de fiesta

 

Celebrar una Navidad con niños es de lo más sugestivo y gratificante, porque aún mantienen esa gran capacidad para sorprenderse que nosotros, los adultos, hemos ido perdiendo con los años. Pero, a la hora de festejarlas, es preciso que no pierdas de vista que, al fin y al cabo, son niños.

  • No pretendas que siga el mismo ritmo que los mayores. Seguramente te hará mucha ilusión que comparta con el resto esas horas mágicas de las fiestas navideñas, pero para ello debes darle ciertas facilidades.
  • No estará de más que tu hijo haga una buena siesta. Los niños, especialmente los de corta edad, quizás sean capaces de aguantar despiertos hasta bien avanzada la noche, pero ten por seguro que no lo harán en demasiadas buenas condiciones. Si tiene sueño y se niega a dejarse vencer por él, estará irritable y llorará por cualquier cosa. Y si no tomas medidas para evitarlo, quizás eso pueda estropear, en parte, la celebración que con tanto empeño habías programado.
  • No seas demasiado rígida/o en los horarios y prepárate para aceptar que quizás no duerma ni coma lo que debe o que lo haga a horas un tanto inoportunas. A medida que pasen los días y que se acerque el momento de volver al colegio, ve normalizando su vida y recuperando los hábitos cotidianos.