jueves, 20 de enero de 2022

La importancia de decir "no"

 

A partir del primer año de vida, el niño ya está capacitado para comprender que hay cosas que no puede hacer. Aprender a tolerar la frustración y no esperar una satisfacción inmediata a sus deseos le ayudarán a convertirse en un niño con confianza en sí mismo.

  • No se trata de negarle todo, sino de hacer que se acostumbre poco a poco a oírte decir "no".
  • Ten en cuenta que, una vez establecida la prohibición, no puedes echarte atrás. Lo más probable es que proteste, pero debes mantenerte en tu posición. Si cedes, habrás perdido terreno.
  • A la hora de decir "no", debes tomar una actitud cariñosa pero firme. Mantén la calma y no des demasiadas explicaciones. El niño debe saber que cuando se dice "no" es que "no".
  • No atiendas inmediatamente a sus solicitudes. De esta manera, aprenderá a esperar.



jueves, 13 de enero de 2022

Niños difíciles, cómo tratarlos

 

Niños que no obedecen, que son incapaces de cumplir las normas, que pueden llegar, incluso a gritar a sus padres... Se les suele llamar difíciles, pero, ¿qué hay detrás de esta conducta?

  • Por regla general, los niños que actúan de esta manera es porque no tienen claro que hay unas normas que deben respetar. Los encargados de hacérselo entender son, evidentemente, sus padres.
  • En muchas ocasiones, los niños no cumplen estas normas porque éstas, a la hora de la verdad, no existen. Lo primero que hay que hacer en una casa es establecer un horario y unas cuantas normas básicas que deben cumplirse a rajatabla. De esta manera, los niños sabrán el tiempo que pueden dedicar a ver la tele, hacer los deberes, etc., y las horas en las que toca ducharse, ir a dormir, etc.
  • Si las normas no se cumplen, habrá que castigarlos. Reflexionar unos minutos en un rincón especialmente habilitado para ello es un buen sistema. Hay que evitar los gritos, las descalificaciones personales y, por supuesto, el castigo físico.



jueves, 6 de enero de 2022

Niños que se aburren en casa

 

Tanto los niños muy activos como los más tranquilos pronuncian, en algún momento del día, la temida frase: "mami, me aburro". ¿Qué hacer en estos casos?

  • Debes enseñarle a tu hijo que el aburrimiento no es perjudicial, sino todo lo contrario. No tener nada que hacer estimula la imaginación.
  • En estos casos, puede resultar útil explicarle lo que tú hacías a su edad cuando te aburrías. Enséñale a dibujar, jugar con recortables, hacer pequeñas manualidades, etc. De esta manera, cuando vuelva a aburrirse, podrá entretenerse él solo sin tener que recurrir a la televisión o a los videojuegos.
  • En ocasiones, los niños se aburren porque tienen demasiados juguetes a su disposición. Una buena idea es dejarle que juegue únicamente con unos cuantos y guardarles el resto. Al cabo de un tiempo, guarda los antiguos y sácale otros nuevos.
  • Procura que tanto sus juguetes como su material de dibujo estén ordenados y bien organizados. De esta manera, le resultará más fácil recurrir a ellos cuando los necesite.


sábado, 1 de enero de 2022

Falta de atención


Muchos padres y madres tienden a confundir el concepto de niño nervioso con un problema más serio y difícil: el problema de atención. El déficit de atención es un síntoma que afecta básicamente al control de la voluntad del individuo y que hace que la atención sea muy débil, inestable y pasajera. Se considera que un niño posee un riesgo elevado de padecer un trastorno de la atención si, siendo menor de 7 años de edad, durante más de seis meses ha presentado o presenta algunos de los siguientes síntomas:

  • Dificultad para centrar la atención en las tareas escolares y comete muchos errores por descuido.
  • Dificultad para mantener la atención en un juego o en una tarea que se prolongue en el tiempo.
  • Se comporta como si tuviera dificultad para oír los mensajes.
  • Le cuesta seguir las instrucciones y no acaba lo que empieza.
  • Se distrae fácilmente ante cualquier estímulo, aunque sea de intensidad mínima.
  • Se olvida de las actividades cotidianas.
  • Tiene dificultad para organizar cualquier tipo de actividad.

Lo más conveniente es acudir a un profesional para que haga un diagnóstico con el fin de evitar que el niño sufra y que esto interfiera en su adaptación a la escuela y a la vida familiar.