Hay niños que son reacios a probar nuevos sabores por lo que su dieta se ve cada vez más limitada. Para animarles a que amplíen su menú sin enfadarse con ellos, sigamos los siguientes consejos:
Pide a tu hijo que haga dos listas: una con los alimentos que le gusten y otra con los que no le gusten mucho o que todavía no haya probado. A continuación, elabora el menú semanal combinando alimentos de las dos listas. Si hay uno o dos alimentos que no soporta, pueden quedarse fuera de la lista.
Se trata de que el pequeño vaya probando los alimentos nuevos de forma gradual para ir acostumbrándose a su sabor y acabe por aceptarlos.
Si se niega a hacerlo, le recordaremos que fue él, con nuestra colaboración, quien confeccionó los menús. Si, a pesar de ello, se niega a comerlo, no insistiremos más y, una vez pasado el tiempo, le retiraremos el plato, impidiéndole que tome nada más hasta la próxima comida.

No hay comentarios:
Publicar un comentario