Tanto los niños muy activos como los más tranquilos pronuncian, en algún momento del día, la temida frase: "mami, me aburro". ¿Qué hacer en estos casos?
- Debes enseñarle a tu hijo que el aburrimiento no es perjudicial, sino todo lo contrario. No tener nada que hacer estimula la imaginación.
- En estos casos, puede resultar útil explicarle lo que tú hacías a su edad cuando te aburrías. Enséñale a dibujar, jugar con recortables, hacer pequeñas manualidades, etc. De esta manera, cuando vuelva a aburrirse, podrá entretenerse él solo sin tener que recurrir a la televisión o a los videojuegos.
- En ocasiones, los niños se aburren porque tienen demasiados juguetes a su disposición. Una buena idea es dejarle que juegue únicamente con unos cuantos y guardarles el resto. Al cabo de un tiempo, guarda los antiguos y sácale otros nuevos.
- Procura que tanto sus juguetes como su material de dibujo estén ordenados y bien organizados. De esta manera, le resultará más fácil recurrir a ellos cuando los necesite.
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