El desayuno es la comida principal del día, muy especialmente en los niños, ya que suministra las calorías necesarias para empezar la jornada escolar con energía. Si tu hijo no tiene hambre por las mañanas, toma nota de los siguientes consejos.
- Revisa su alimentación. Es posible, por ejemplo, que cene demasiado por la noche o que tome alimentos muy calóricos (pizzas, bocadillos, etc.) y que por la mañana, no tenga apetito. Para evitarlo, procura que tome cenas más ligeras y saludables a base de verduras, carne o pescado a la plancha...
- Apuesta por lo dulce. Los niños inapetentes suelen preferir los alimentos dulces a los salados. Mermeladas, yogures, barritas de cereales, zumos de frutas caseros... Seguro que cae en la tentación.
- Fracciona su desayuno. Si no tiene mucho apetito nada más levantarse, ofrécele un desayuno ligero (un zumo, un vaso de leche...) y prepárale uno más fuerte para media mañana.
- Predica con el ejemplo. Organizar un buen desayuno familiar es la mejor manera de que adquiera esta buena costumbre.