viernes, 6 de agosto de 2021

A ritmo de fiesta

 

Celebrar una Navidad con niños es de lo más sugestivo y gratificante, porque aún mantienen esa gran capacidad para sorprenderse que nosotros, los adultos, hemos ido perdiendo con los años. Pero, a la hora de festejarlas, es preciso que no pierdas de vista que, al fin y al cabo, son niños.

  • No pretendas que siga el mismo ritmo que los mayores. Seguramente te hará mucha ilusión que comparta con el resto esas horas mágicas de las fiestas navideñas, pero para ello debes darle ciertas facilidades.
  • No estará de más que tu hijo haga una buena siesta. Los niños, especialmente los de corta edad, quizás sean capaces de aguantar despiertos hasta bien avanzada la noche, pero ten por seguro que no lo harán en demasiadas buenas condiciones. Si tiene sueño y se niega a dejarse vencer por él, estará irritable y llorará por cualquier cosa. Y si no tomas medidas para evitarlo, quizás eso pueda estropear, en parte, la celebración que con tanto empeño habías programado.
  • No seas demasiado rígida/o en los horarios y prepárate para aceptar que quizás no duerma ni coma lo que debe o que lo haga a horas un tanto inoportunas. A medida que pasen los días y que se acerque el momento de volver al colegio, ve normalizando su vida y recuperando los hábitos cotidianos.


No hay comentarios:

Publicar un comentario